Panem-
Distrito 12
Katniss
Everdeen
Ya no tiene sentido, todo terminó
En el bosque podía despejar mi mente de todo lo sucedido en esos
infames días. Cazar algún animal tal vez no me vendría mal, podría llevarle a
Sae la Grasienta
la cena de esta noche, sabiendo que solo seríamos Peeta y yo, quizá Haymich, si
lográbamos sacarlo de su casa sobrio o sin que nos apuñale con el cuchillo que
siempre lleva a mano. Sigo sin entender porque lo tiene, todo llegó a su fin.
Vine al bosque con la idea de despejarme de todo, pero los
pensamientos vinieron a mi cabeza, y me hicieron sentir como si yo estuviera
ahí de nuevo.
Cuando atravesábamos los túneles, las calles del Capitolio
infestadas de cuerpos muertos por los rebeldes, los paracaídas… Prim.
Sigo pensando en lo bien que hice al usar mi flecha contra Coin,
también me hubiese gustado ver a Snow morir, pero estaba encerrada entre cuatro
paredes y ni siquiera sabía si estaban observándome. Al reflexionar sobre todo
esto, aun no entiendo porque no estoy muerta, llegue al Capitolio sin casi un
rasguño, recordando que antes sabía que era muy arriesgado para alguien como yo
estar ahí, y que ahora, puedo estar ahí cuando se me plazca.
De regreso a la
Aldea de Los Vencedores, me permití pensar en Gale, ¿Qué
estaría haciendo en este momento? ¿Aun seguiría en el Distrito 2? ¿Estaría en
el Capitolio? Tenía que volver a verlo.
Las ganas de cazar bajaron y caminaba con la oportunidad de que
Sae me perdonará por no traerle carne. Aunque me gustaba su comida.
La casa de Haymich estaba completamente oscura, tendría que estar
durmiendo. Lo primero que hice al entrar fue dirigirme a la cocina, olía a pan
recién horneado, al menos Peeta estaba en casa. O eso pensaba…
Vi la silueta de alguien sentado del otro lado de la mesa, su
figura era grande y era algo musculoso, levanto la vista hacia mi cuando entre,
estaba relajado, no notaba ninguna señal de cansancio en su rostro, ni lo olía
a sangre, eso en sí era bueno.
Puse una sonrisa tonta al verlo, no era Peeta era…
_Gale.
_Hola, Catnip.
Se paró de un salto y me abrazó como solo él solía hacerlo. Era
una gran coincidencia tenerlo enfrente de mi después de estar pensando en él.
Sentía sus brazos más fuertes alrededor de mí desde la última vez, no obtuve
ningún tipo de información acerca de él cuando Haymich me dijo que no volvería
al Distrito 12. Pero ahora lo tenía a Gale para que me contara todo
detalladamente, no iba desaprovecharlo.
_ ¿Qué haces aquí?_ me aparté de él_ ¿No estabas en el 2?
_Creí que querrías verme, por suerte pude conseguir que me
trajeran aquí_ me explicó_ Iban a mandar a alguien mas, pero insistí hasta
conseguirlo. ¿Acaso quieres que me valla?
_ ¡Claro que no!
Gale sonrió.
Una voz se escuchó detrás de mi.
_Pues que bueno, porque nos costó horrores traerlo aquí.
Me volteé y encontré a Haymich apoyado sobre el marco de la puerta
de brazos cruzados, sobrio, se veía muy prolijo y sin olor a alcohol. De hecho,
estaba vestido diferente a lo que son todos los días aquí.
_ ¿Tan malo fue?_ pregunté.
_Muy malo_ respondió Peeta entrando en la habitación.
_ ¿Alguien más está involucrado en esto? Dime que no saldrá Effie
ahora por la alacena.
_No_ respondió Haymich_ pero nos está esperando.
_ ¿Esperando?
_Paylor me envió a buscarlos, Katniss_ dijo Gale_ Plutarch tiene
algo que quiza les interese.
_ ¿Y que es?
_No me lo dijo, solo quiso que los llevará.
_Ahora, cámbiate y encuéntranos en el tren.
Me di una ducha rápida y salí de la casa, me despedí de Sae y de
su nieta, me prometió que cuidaría de ella hasta que regresara. Que todo
estaría tal cual lo deje. Peeta fue el único en esperarme. Esto me recordaba a
mi primera vez en los Juegos y el Vasallaje de los Veinticinco, el tren que me
llevó al Capitolio dos años seguidos, bueno, más bien, tres. Salvo que ahora
era diferente, Gale nos acompañaba.
Los tres estábamos en pleno movimiento, sobresaltando cada
Distrito. Gale aprovechaba el buffet que tenía servido ante él y Peeta no
dejaba de mirarme. Le sonreí y el me devolvió la sonrisa.
_Así que, así se sintieron cuando los llevaron al Capitolio para
participar de los Juegos del Hambre_ comentó Gale.
_Salvo que no estábamos tan tranquilos como para acabar con toda
la comida que nos dieron_ dijo Peeta.
Todos reímos por lo bajo.
Volví mi vista a la ventana y veía como los árboles pasaban como
borrones ante mis ojos. ¿Qué sería tan importante lo que Plutarch tenía que
decirme como para hacerme ir al Capitolio? La idea me saberlo me desconcertaba.
Haymich entró a la cabina.
_Recuerdo cuando Katniss casi me saca una mano.
_Me hubiese gustado estar ahí_ dijo Gale y le dio un bocado a su
estofado.
_ ¿Hace cuanto llevas escuchando?_ le pregunté a Haymich.
_De hecho, lo suficiente como para que me importara lo mas mínimo.
Las dos horas siguientes pasaron muy rápido, no me había movido
desde donde estaba desde que subí al tren. Effie vino por un momento a
saludarnos y ver como estábamos, conservaba
su aspecto habitual, usando lo mismo que tenía la última vez. Dijo que tenía
que hacer algo importante en el Distrito 6 y la dejamos ahí, no nos
encontrábamos tan lejos del Capitolio.
Mi estomago rugió desconcentrándome de mis pensamientos.
_ ¿Tienes hambre?_ me preguntó Peeta.
_Sí_ le dije y fui al buffet; me dirigí hacia Gale_ Espero que me
hayas dejado algo.
Estuve a punto de tomar la sobra de estofado que Gale dejó cuando
el tren se frenó derepente, estuve a punto de caer al suelo de no haber sido
por Peeta que me tomó rápidamente, Gale tuvo que sostenerse de la mesa.
_ ¿Estas bien?_ me preguntó Peeta.
_Si_ respondí_, gracias.
_ ¿Qué fue eso?_ preguntó Gale.
Observe la cabina en busca de algo que se haya caído y hecho
pedazos contra el suelo. Todo seguía intacto, todo estaba en su lugar. Haymich
apareció sobresaltado.
_ ¿Están bien?
_Nosotros si_ Peeta aun me tenía en sus brazos_ pero creo que el
tren se dio contra algo bien grande.
_ ¿Qué fue lo que pasó?_ pregunté confusa.
_No lo sabemos_ Haymich se abrió paso entre nosotros y antes de
bajar dijo_: pero iré a averiguarlo.
Depués de que Haymich se fuera, intercambié miradas con Peeta y
Gale, ambos se acercaron a la ventana para poder tener algún modo de ver algo.
_No se ve nada_ dijo Gale.
_Será mejor que bajemos_ dijo Peeta.
Al salir no encontramos a Haymich, sino un terreno grande bien
extendido. A lo lejos se veía movimiento pero no pude identificar que podría
ser. Miré hacia el principio del tren y camine hacia él. Peeta y Gale me
siguieron sin decir nada, el único sonido audible era el de nuestros pasos.
Apunto de llegar al límite, noté el destrozo de algo que parecía ser madera
pintada de blanco, era un cruce, pero no hay cruces en Panem. Llegue al
principio y se rebeló ante mi que el tren chocó contra la barra que impedía que
cruzara, trató de frenar antes de tiempo y eso produjo el impacto, pero no fue
suficiente, se había llevado algunos metros por delante la barra.
Mire confusa el lugar en el que nos encontrabamos, el tren nos
trajo a un lugar desconocido al que al menos yo no conocía, dudaba de Peeta y
Gale, ya que tenían la misma cara de confusión que yo.
_ ¿Qué es esto?_ pregunté.
_No lo sé_ respondió Peeta_ pero esto es algo que jamás he visto.
_Se que algo es seguro_ dijo Gale_. No estamos en Panem.